Has terminado la universidad ¿Y ahora qué?: 4 consejos no convencionales para desarrollar tu carrera profesional

Hace unos meses descubrí la charla TED´x que todo veintañero debería ver: “Por qué los 30 no son los nuevos 20” de Meg Jay. Me gustó tanto que he querido dedicarle un post.

Meg es una psicóloga clínica Estadounidense que lleva muchos años orientado y ayudando a personas que están atravesando la veintena.

Entre sus clientes se encuentra ventineañeros confundidos que han terminado la universidad y no saben qué hacer, otros que “matan el tiempo” en trabajos y relaciones que no les aportan nada o aquellos que posponen lo que quieren hacer porque según ellos: “Los 30 son los nuevos 20”.

La charla está basada en su libro: The Defining Decade (La década decisiva).

El libro es una recopilación de consejos útiles, basados en casos reales, que puedes aplicar durante esta etapa de tu vida.

Es difícil leerlo y no sentirte identificado con alguno de ellos. Por eso, si tienes entre 20 y 30 años te recomiendo que no te lo pierdas. A mí personalmente me ha gustado mucho.

El post de hoy es una recopilación de las recomendaciones que me han parecido más útiles. Esas que me hubiera gustado que alguien me hubiese dado al terminar el colegio o la universidad.

4 CONSEJOS NO CONVENCIONALES PARA DESARROLLAR TU CARRERA PROFESIONAL

1.- Esfúerzate en construir el capital que va a formar tu identidad.

En su libro Jay lo llama “identity capital”, lo que yo he traducido libremente al español como: “El capital que va a formar tu identidad”. Este capital estaría compuesto por todas esas habilidades, recursos y redes de contactos que vas a ir acumulando a largo de tu vida.

Todo aquello que vas a poder aportar a las personas, proyectos o empresas con los que trabajes o colabores en el futuro.

En su libro Jay invita a transformar la confusión que surge al terminar los estudios en acción y exploración dentro de tu campo.

Por eso ahora es el mejor momento para aceptar ese trabajo que te han ofrecido en otra ciudad, esa colaboración con la start-up tecnológica que tanto te emociona, participar en ese programa de voluntariado en la otra punta del mundo o tal vez sea el momento, de hacer las maletas e irte al extranjero para mejorar tu nivel de idioma.

¿Y por qué deberías complicarte tanto la vida?: porque todas estas experiencias te ayudarán a aumentar tu “identity capital”.

Por ejemplo: empezar desde cero solo en un lugar te hará desarrollar tus habilidades sociales o colaborar con una start-up te ayudará a conocer a gente que trabaje en cosas que quizás ni te habías planteado y así poco a poco irás apilando tu red de personas conocidas.

Recuerda que la idea es ir construyendo tu capital a lo largo de los años, puede que ese trabajo mecánico y monótono en el que llevas ya casi tres años sea una forma fácil de pagar tu facturas, pero sabes que quedarte mucho tiempo ahí no va a ayudarte a aumentar tu capital.

Sin embargo, si lo harán aquellos trabajos que te permitan aprender más, hacer más contactos o aquellos en los que tengas más posibilidades de crecer como profesional. Aunque al principio no sea en los que cobres más dinero.

2.- Promueve tus vínculos débiles

Tus vínculos débiles son aquellas personas que conoces o has visto alguna vez pero no consideras parte de tus amigos; como podría ser el vecino al que solo saludas, aquel amigo de tu amigo que conociste en la última fiesta o tus compañeros de colegio con los que ya no hablas.

En su libro Jay explica que los amigos están muy bien para hacernos el favor de llevarnos al aeropuerto un día a las 6 de la mañana o consolarnos tras una ruptura amorosa; pero que relacionándote solo con ellos te estás limitando a ti mismo.

Y es que según los estudios tres cuartas partes de las personas que encontraron trabajo mediante algún contacto, lo hicieron gracias a personas que veían “ocasionalmente” o “rara vez”.

Por eso no deberías pensártelo dos veces la próxima vez que tu prima, tu compañera de piso o ese amigo al que casi ya no ves te inviten a su fiesta. ¡Aprovecha la oportunidad y lánzate a construir vínculos débiles!.

Ampliar el círculo de personas a las que conoces puede multiplicar tus posibilidades de empleo futuras. Como dice Jay no es cuestión de “echarle morro” sino la simple explicación de cómo se extiende la información.

Además hoy en día existen muchas oportunidades para ampliar tu red de contactos. Desde acudir a eventos o talleres relacionados con algo que te guste mediante meet-up; a practicar idiomas mientras conoces a gente de otros lugares con Couchsurfing.

Para darte más ideas te que te dejo por aquí este interesante post de Pau de Habilidad Social en el que explica varias herramientas muy útiles para conocer gente nueva.

Como ya te conté en el post anterior a mí esta estrategia me funcionó así que te animo a conectar con cuánta más gente mejor.

3.- Pregúntate si lo que estás haciendo es realmente lo que quieres hacer sino estás a tiempo de cambiarlo.

En ocasiones ocurre que por comodidad o por presiones de nuestro entorno terminamos siguiendo un camino que no nos gusta.

Jay propone que reflexiones acerca de lo que realmente quieres hacer. Que puede que sea algo que te da miedo admitir, algo a lo que no sabes cómo llegar o en lo que temes fracasar.

Y que una vez tengas más o menos claras las áreas en las que te gustaría trabajar, pases a la acción.

En el libro cuenta la historia de Ian, un chico que trabajaba en una tienda de bicicletas.

Ian soñaba con llevar una vida no convencional. Sin embargo, esa hipotética vida soñada lo mantenía atrapado en un trabajo que realmente no le gustaba.

No quería salir de la tienda y conseguir un empleo mejor que se considerase “convencional” porque eso le haría renunciar a tener la vida interesante que tanto deseaba. Lo que Ian no sabía era que si seguía en ese empleo unos cuantos años más su vida continuaría exactamente igual.

A lo largo de las sesiones Jay descubrió que a Ian le encantaba customizar bicicletas. Todas sus bicicletas habían sido personalizadas por él mismo.

La psicóloga utilizó esta historia como metáfora para impulsar a Ian a sustituir su trabajo en la tienda por otro que le ayudara a desarrollar más sus habilidades y recursos. Aunque al principio, tuviera que llevar una vida que él consideraba “convencional y aburrida”.

Porque como bien le explicó Jay, empezar en algo no significa que te tengas que quedar ahí para siempre.

En pleno siglo XXI las carreras y las vidas de las personas no son cadenas de montaje en las que las piezas ya están pre determinadas; sino que cada día de tu vida puedes continuar trabajando en cambiar las que ya tienes por otra que te gusten más.

4.Crea una historia que merezca la pena contar

Imagínate que tienes un proyecto súper interesante entre manos y necesitas contratar a alguien para que te ayude a desarrollarlo. Se presentan estos dos candidatos y debes elegir uno de ellos:

-Alicia tiene 27 años y estudió su carrera en una Universidad a distancia mientras viajaba por África colaborando con diferentes start-ups y programas de voluntariado. En su presentación te explica con ejemplos reales las situaciones a las que se ha enfrentado y sus aprendizajes; además te presenta un portfolio con los proyectos en los que ha participado.

-Lucía tiene 26 años y estudió su carrera en una Universidad presencial; no se incorporó al mercado laboral hasta que empezó las prácticas que le facilitaba la Universidad. Estuvo 3 años trabajando en esa pequeña empresa hasta que las cosas dejaron de ir bien y la despidieron. En su presentación te cuenta las tareas mecánicas que desarrollaba cada día en la empresa.

Si tuvieras que elegir entre las dos candidatas ¿Quién crees que podrías aportar un mayor valor a tu proyecto ?.

Después de casi 1 año de entrevistas en entrevista te diré que en el mundo real me he encontrado mucha gente como Alicia, y me he arrepentido un montón de no poder contar una historia tan chula y llena de valor como la suya.

Y es que hoy en día pocas veces lo que te diferencie de los demás va a ser tu carrera universitaria, lo realmente importante es: la historia que puedas contar.

Toda esa cantidad de experiencias vividas, proyectos en los que has colaborado o lugares en los que has trabajado. Esa cosas que van a aportar valor a quién eres.

Por eso trabaja cada día en construir el capital que va a formar tu identidad, promueve tus vínculos débiles, intenta dar pasos que te lleven hasta dónde quieres llegar.

Muévete, prueba cosas nuevas e indaga hasta descubrir qué quieres hacer, porque todo esto hará que construyas una historia que merezca la pena contar.

¿Y tú qué consejos darías a alguien que acaba de terminar la universidad?

¡Te espero en los comentarios!

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